Tengo casi 5 años viviendo en el paradisiaco Cancún, de los cuales casi 2 como profesora. Ingrese al CBTis 111 en agosto del 2007 se podría decir por una casualidad de la vida (muy bonita por supuesto), pues nunca me imaginé trabajar en esta noble labor. Me ofrecieron horas de un pariente que se jubiló y como la escuela requería profesores para impartir materias de Turismo y yo cubría el perfil ¡pues que me contratan!. Acepte por que desde que llegue a Cancún no había trabajado y en esa época había decidido hacerlo.
No niego que sentí un poco de temor, primero enfrentarme a jóvenes que están en la adolescencia y después no estar a la vanguardia en cuanto a información se refiere. Afortunadamente he logrado salir adelante, al principio fue un poco difícil, pero creo que así pasa en cualquier ámbito donde te desarrolles por primera vez, pues cada día ocurren situaciones diferentes, pero es cuestión de quitarte los miedos y tabúes, y abrir tu mente para lograr esquivar los obstáculos que se te presenten, para posteriormente convertirlos en lecciones de vida.
Creo que ser profesor implica dar lo mejor de ti y un poco más, en todos lo sentidos, prepararte a diario para responder a las demandas de los alumnos (académicamente) y por supuesto moralmente, estar concientes que para los jóvenes somos sus profesores a toda hora, dentro y fuera de la escuela. Para mi ser profesor es mi estilo de vida y no solo un trabajo.
Esta profesión me ha traído muchas satisfacciones, en primer lugar siento que me ayuda en mi superación personal y profesional, pues aunque no es para lo que estudié, si tiene mucho que ver con mi carrera, objetivos, gustos etc.
Por supuesto que he cometido muchos errores tanto en mi trato con los alumnos, como en mi manera de llevar mi clase, pero creo que he sabido reconocerlos y lo más importante, he trabajado para no volver a cometerlos.